La fragilidad le aviva
y al sus pechos recorrer
no puede otra cosa hacer
que amarle de abajo a arriba.
Con la mente a la deriva
fija en su olor la mirada
no necesita de nada
el poder sentir le inspira.
Navegando por su boca
percibe un sabor a miel
el calor de piel con piel
derrite la más fuerte roca.
Muy varón, eso se nota
no por su virilidad
es su amor pura verdad
aún trayendo el alma rota.
Desenfrenado,sin prisa
sólo gusta deleitar
otra vez vuelve a besar
deshaciendo la camisa.
Anhela el mar con su brisa
asimismo a su mujer
no es el tener por tener
cada día se conquista.
Cada día fortifica
sólido,siendo sincero
bien lo sabe un caballero
al amor se le edifica.
Entre vino y poesía
después del amor hacer
se deleita en el placer
de darle vida a la vida.
Yaneli Morales.