Tristemente ante
el dolor
no hay remedio
ni consuelo
es velo que nubla
el duelo
arcoiris sin color.
Tristemente no hay
razón
y de haberla se
confunde
ante el dolor el
amor
cruel veneno
pesadumbre.
Del dolor queda la
lumbre
esa que aviva la
herida
no hay cura para el
dolor
si el odio promete
inquina.
Tristemente ante el
dolor
sólo el tiempo a la
espina
la pondrá en su
lugar
o la entierra de por
vida.
Yaneli Morales.