La besó desde los pies
llegando hasta la cintura
sediento de la hermosura
de aquella bella mujer.
No por la falta de ganas
se desnudó de excesos
quería bajarle el cielo
aunque no era preciso.
La acarició suavemente
besó con loca ternura
no tocó la vestidura
se haría muy elocuente.
Él deseaba su alma
llegar a lo más profundo
deshacerse de su mundo
todo por aquella dama.
Esperando la mañana
para verle sonreír
no pudo apenas dormir
sólo observaba la cama.
Ella en silencio quedó
se hacía tan evidente
el amor dijo presente
se desató la pasión.
Entre las sábanas fucsia
no se dijo una palabra
hablaban alma con alma
se escuchaba un corazón.
De él mi mejor amigo
escucho esta narración
y yo muriendo de ganas
porque a mí no me escogió.
Yaneli Morales.