Mes: noviembre 2017

Soy feliz entre las rosas

con un café ,un buen vino

soy feliz si estoy contigo

si tú no estás siento frío.

 

Déjame besar tus labios

déjame sentir tu piel

luego hablaremos de amor

primero hazme sentir mujer.

 

Yaneli Morales.

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Mi obra maestra es,

el haberte conocido

danzar entre tantos lobos

y no darnos por vencidos.

 

Mi obra maestra es

hacer el amor contigo

vivir sin nada, desnudos,

la verdad como testigo.

 

Nada le envidio a Cervantes,

el tiene a Sancho, al Quijote,

yo te tengo a ti mi hombre,

que detiene a los molinos.

 

Al viento que sopla en contra,

a la mar embravecida

tú que cortas las espinas

cuando pronuncias mi nombre.

 

Si aprendiste a esquilar

por proveerme abrigo

yo he aprendido a ser tuya,

a creer en el destino.

 

No me abandonan tus brazos,

no abandonaré tus sueños,

colmándome de abrazos,

te has convertido en mi dueño.

 

Mi obra maestra es,

con el pasar de los años

nuestro amor no sufre daños,

por más que encuentra revés.

 

Mi obra maestra es,

poder morir a tu vera

que cada palabra dicha,

se convierta en primavera.

 

Yaneli Morales.

 

De lo que recuerda

siente la tristeza,

queda aquel anillo,

la foto con frases;

frases sin valor.

 

En la chimenea,

queda aún hollín

de una madera

que aplacaba el frío.

Sirvió de testigo.

 

Dos en soledad,

faltaba pasión,

les sobraba vino,

un rotundo adiós,

“todo está perdido”.

 

Jugaban el juego

de buscar culpables,

sólo hay un camino,

el tiempo te vence,

te obliga el destino.

 

Yaneli Morales.

Que tus lágrimas sirvan para limpiar tus heridas pero siempre recuerda que entre más lloras, menos ves.

Y por lo general quien causa tus lágrimas, no es merecedor de tu llanto.

Eso me ha enseñado la vida.

 

Yaneli Morales

 

Libre, rima, persa, sedienta de versos;

así voy en vida, sedienta de amores,

de amores de día, de noches de sueños,

yo sueño con rosas, gladiolos, geranios,

narcisos, melissas, un jardín entero.

 

Color, esperanza, vivo en color fuego,

fuego que me quema sin cortar mi vuelo,

he escapado al vicio de encontrarle a todo

ese lado oscuro, yo mezclo lo negro,

agrego colores, también sentimientos.

 

Libre, rima, persa, yo ya descubrí

que es la desconfianza la que envenena

que el camino largo no siempre te acerca

que la vida en prosa sabe a té de hierbas

pero que los versos son el agua fresca.

 

Yaneli Morales.

 

Ya no le teme al temor,

ni a mirarse en el espejo…

sigue temiendo al mar,

por respeto, no por miedo.

Lejos escuchaba voces

que gritaban y hacían eco.

¡La culpa es de la golondrina!,

por haber volado alto

dejando todo a su suerte

y olvidando el qué dirán.

 

Yo digo que se equivocan,

no es culpable, es valiente;

si arriesgó todo, a su suerte,

tuvo que ser por cansancio

por hastío de un diario

que provocó la partida.

Ya logró cerrar la herida,

no va en sentido opuesto,

canta canciones de amor.

Ya no le teme al temor.

 

Va liviana, va y no cesa,

ya no esconde la cabeza

ni teme contar verdades

ni a vivir, entre vuelo y libertad.

Quizás vuelva en primavera

cuando el sol alumbra el canto

cuando esté listo el jardín

para otra vez hacer nido;

en soledad va anidando,

va aprendiendo, va despacio.

 

Yaneli Morales.

 

Hay cosas peores que la muerte.

Caminar sin sentido, mal herido.

Arrugar lo que te duele, en papel.

No tener nada que decir, ¡va oculto!.

Zarpar en la nave de los miedos.

Quedarse en tierra, sin motivos.

¡Mirar la oruga y verla padecer!.

No querer ver volar a la mariposa.

Hay cosas peores, así lo elegiste.

Entre el frío y el calor, necio eres.

Observar la espina, una y otra vez.

¿Has observado que nacen las rosas?.

Mis espadas, sólo adornan mi pared.

Las tuyas cortan como lengua brava.

Al precipicio carne débil y ensangrentada.

A mi venia, el amor cubierto de brillo.

Ojos que se marchitan con el día.

Noche que me guía a soñar sin prisa.

Hay cosas peores que la muerte.

Ver como acabas con tu triste vida.

 

Yaneli Morales.

Dice la Sabiduría si sabes hablar al viento

y vivir cada momento, la soledad es compañía.

 

Dice la Sabiduría que si logras caminar

y huellas logras dejar, has vivido en armonía.

 

Dice la Sabiduría no puede usted entender

si no hubo padecer, del cantar la melodía.

 

Dice la Sabiduría que callar no es otorgar

es sólo dejar pasar, lo que voz no merecía.

 

Y no hay verdad absoluta, se ha visto luna en el día

al sol sufrir agonía, la mentira, se hace astuta.

 

En el dolor no hay placer, para algunos se hace ley

sin corona no hay un rey ,sin dinero no hay poder.

 

El que canta no compone el que compone no canta

al frío cubre la manta, la imperfección contrapone.

 

Dice la Sabiduría que el amor no es de dos

el orgullo es un adiós, la vida, cruel armonía.

 

Yaneli Morales.

 

Hago de la vida poesía, hago poesía de la vida, poesía con una sonrisa y un estoy bien; siempre,

para los amigos y los enemigos.

Sin palabras rebuscadas; no tengo

que demostrarle a nadie a que escuela fui,

tengo que enseñar lo que he vivido,

lo que queda por vivir.

 

Hago de la Vida Poesía sin rimas,

la poesía que hemos vivido todos

en algún momento de nuestras vidas,

la del dolor, la lágrima, la agonía.

Hago poesía de la vida, el mejor de los poemas,

el de vivir cada día como aventura que conduce a ti.

Siempre a ti.

Mi mejor poema ya lo escribí, en tus labios.

 

Es oculto e incierto el destino y por eso hago poesía. Y si pudiera cantar, cantaría pero hago poesía. Quizás no entiendas

con lo difícil que te parece tu vida,

¿cómo hago poesía?.

Es simple, hago, de la vida poesía

y la poesía regresa a mí.

Yaneli Morales