No aprietes el gatillo,
nadie vale ni siquiera,
tus suspiros,
y quien lo vale,
sólo te provocará,
gemidos.
No aprietes el gatillo,
alguien te espera,
y no te espera muerta.
Espera una mujer,
con vida,
una mujer,
a la que apetezca,
curarle las heridas.
No aprietes el gatillo,
porque entonces,
nunca sabrás,
como alguien,
puede morir de amor por ti.
Yaneli Morales.