Reflexiones

El Amor de la Golondrina.

Tan joven, nadando entre la esperanza, de que algún día, el amor venga a rescatarla. Tanta inocencia se pierde con el Sol, entre el mar y la montaña. Se vuelve mujer, una y otra vez pidiéndole a la Luna que cuide de ella. Pero no llega ese amor con el que sueña. Aún así, sigue intentando no arrastrarse ante una soledad, que dicen, que duele, que marchita. Regresa otra vez el día, el amor sigue siendo su mejor vestido. No se pinta los labios por miedo al que dirán, su cabello suelto; como seda, baila, no se atreve a gritar, podría espantarle. Pero no llega y siente que algo no anda bien. Entonces como por arte de magia, pasa una golondrina. La invita a quererse, a abandonar aquel inhóspito lugar, la invita a encontrarse, a dejar de temer, y a no pedirle nada más al grisáceo cielo. Sin entender palabra, hace caso. Empieza a caminar lentamente, no piensa en absolutamente nada; de cualquier modo sólo había estado esperando, sigue caminando lentamente, su sombra le empieza a pesar, pero su corazón se agita. Entonces corre, pero sin desesperación alguna, ¡ Ha alcanzado la libertad !. No se reconoce ya frente al espejo y se pregunta, ¿ por qué tengo que esperar? Entonces entendió, que el amor, eran las palabras de la golondrina.

 

EL AMOR SIEMPRE, TE DARÁ LA LIBERTAD.

Yaneli Morales.

Reflexiones

La Autoestima

Los problemas de autoestima, desafortunadamente, suelen ser silenciosos y es como veneno que se toma de a poquito. Es como la vista, que se va perdiendo, de a poco. Cuando logramos darnos cuenta, es debido a fatigas, dolores de cabeza o sencillamente, porque tenemos que forzar tanto la vista, que causa un severo malestar. De igual manera es la ausencia de amor propio, se va perdiendo de a poco.

 

 

Nos dejamos ganar una y otra partida, no ponemos los pares necesarios y cuando queremos tomar aire, una y otra vez nos hacen agachar la cabeza.

Nos perdemos en ese juego de volver a intentarlo porque todo cambiará. En ese mismo juego, nos quedamos sin vista, sin aire, sin fuerzas. Es tanto el veneno que hemos ingerido, que ya todo hasta parece normal. Vendrán las justificaciones y las preguntas. Repites y repites que tú tienes la culpa, al mismo tiempo preguntas, ¿ qué mal he hecho yo en esta vida?.

Sólo te recuerdo que no has hecho ningún mal, sólo has tomado decisiones equivocadas. No sigas permitiendo que te hundan la cabeza. Limpia todo el veneno, toma aire, y disfruta de los colores de la Vida.

Aún estás a tiempo de recuperar, lo que nunca debiste haber perdido.

 

Yaneli Morales.