¿A qué esperas?;
¿o a quién esperas?.
Esperas a que el sol te de un abrazo
a que la vida viva por ti,
¿esperas que fingiendo orgasmos
la felicidad se acerque a ti?
El cuento del príncipe a caballo
la Caperucita Roja y el lobo
La Cenicienta y su zapato
ya son cuentos del pasado.
Esperas a que la suerte te roce
a que nunca sean las doce
a que las alfombras vuelen
a que el Titanic aún reme.
No esperes nunca gran cosa
si no estás dispuesto a dar,
antes de ser mariposa
a la oruga le tocó llorar.
Yaneli Morales
#despertandoalmasdormidas