Hace dos años aproximadamente me prometí dejar de ser la cheerleader.
Mi destino marcaba que soy el alma de la fiesta, la que contagia buena vibra, la que está para organizar proyectos y dejarme la vida por los demás.
Mas un día entendí que sobre lo único que tienes control es sobre ti mismo y entonces todo cambió.
Todos mis sueños estaban tirados en diferentes gavetas porque los sueños de las personas y resolver los dramas ajenos eran mi prioridad.
Me vacié y me dispuse a cargarme con mi propia energía, a armarme de vida propia y los resultados en apenas 12 meses son wao.
Increíblemente es la primera vez en mi vida que no me siento egoísta. Es la primera vez que me siento completamente feliz. Es lógico, ando llena de mí.
El destino sí se puede reescribir. La clave es conocerme a uno mismo y no para castigarnos si no para empezar a amarnos con nuestras virtudes y defectos y así sacar partido de ellos.
El día que te encuentras, el día que te enfrentas, el día que te amas, ese día es el comienzo de empezar a recibir todo lo que mereces.
Hazte tu prioridad.
No es egoísta. Es una necesidad.
Yaneli Morales
Yaneli Morales 