Lo cotidiano le abraza,se apega a su andar,a su figura y usted llega a creer que le quiere porque cada día le abraza más y más fuerte y hasta teme traicionarle,siente su calor y eso le reconforta una y otra vez.
Lo cotidiano le hace llorar en el rincón, besando la almohada, con la luz opaca mas llega la manaña y de nuevo a empezar y recibe la bienvenida.
Asimismo le sostiene en una nube flotante carente de espíritu y de ganas locas.Le mantiene en lo que carece de alas,en lo que apenas puede respirar.
Usted sabe que saltar a lo inusual y serle infiel a lo cotidiano, a la monotonía, le alargará la vida.
Usted sabe pero lo desconocido da pánico,las consecuencias pavor.
Usted sabe que le ata una mala educación hipócrita y un miedo a vivir,y sabe que lo cotidiano no le quiere pero sigue en el mismo sofá.
La vida se apaga y morirá sin vivir abrazando a lo cotidiano,al árbol que crece y crece pero no da frutos.
La vida se acaba.
Yaneli Morales.