Para los que aprendimos
a no llorar y a reír
a la vida siempre
dolerán más
las historias ajenas.
Aunque a veces
sólo sean eso
historias y ajenas
siempre dará pena.
Cuando lloro
por impotencia
recuerdo que tus lágrimas
son de miseria.
En lágrimas encuentras
tu destino
propia condena.
Yaneli Morales.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Publicado por Yaneli Morales
Aprendí, con los golpes que nos da la vida, a no dejar morir el amor. Porque el amor no tiene culpa de nada, la culpa es de quien calla y se tira a morir. Aprendí a vivir rodeada de serpientes, y aún así, ser feliz. Aprendí, que el amor no falla y entonces, ya no temo a nada.
Yaneli Morales.
Ver todas las entradas de Yaneli Morales