Para los que aprendimos
a no llorar y a reír
a la vida siempre
dolerán más
las historias ajenas.
Aunque a veces
sólo sean eso
historias y ajenas
siempre dará pena.
Cuando lloro
por impotencia
recuerdo que tus lágrimas
son de miseria.
En lágrimas encuentras
tu destino
propia condena.
Yaneli Morales.
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