En tiempo de sequía el rocío es una bendición de Dios, en tiempo de lluvias, una tormenta tropical es parte del Apocalipsis tan anunciado en la Biblia.
Así somos, inconformes.
No nos detenemos por un segundo, ni a valorar, ni a aprender.
Es más sencillo, realmente es más simple; porque ni siquiera inteligente es, es más fácil sumergirse entre lo que ya está dicho y creado, que invertir en nuestra calidad de pensamientos. ¿ A dónde nos conduce?, a la nada.
Sólo unos pocos han aprendido a valorar el rocío y también las lluvias a raudales. Y de eso se trata. Sacarle partido a la vida con lo que nos da. Jugar a las cartas y hacernos ganadores. Es algo así como, “ si la vida te da limones, haz limonada “. Pero no te quejes, ya de paso la vendes y te beneficias, y con empeño puedes hasta llegar una fábrica de tan preciada bebida.
El estar inconformes con todo nos lleva a no buscar soluciones y ver siempre la paja en el ojo ajeno. Estar inconformes es una prueba irrefutable de que aún, falta tener esa visión importante que hace que sepamos valorar nuestras vidas. Date un segundo y observa hoy cual es tu realidad y si esa es la realidad que quieres para tu vida. No preguntes nunca si tienes lo que mereces. Lo que mereces es exclusivamente lo que seas capaz de conseguir cambiando tu realidad. El resto, son palabras.
Que la inconformidad se convierta en tu motor, no en tu zona de confort.
Yaneli Morales.