Llevo casi tres años haciendo un estudio social en mi Fan Page De Amor No Se Ha Muerto Nadie en Facebook; que actualmente tiene más de 100 000 seguidores, y concluyo que las personas no somos completamente felices porque nos comparamos, nos juzgamos, nos infravaloramos y nos olvidamos de la raíz.
Cuando nos comparamos dejamos de vivir desde nuestro ser. Ese ser auténtico que tiene un camino pero que lo convertimos en oveja.
Cuando nos juzgamos olvidamos que somos humanos y que cometer errores es la única manera de crecer.
Cuando nos infravavaloramos creemos que los demás son superiores a nosotros, por ende la envidia florece y nuestro valor queda exactamente en el ovido.
Olvidar la raíz es lo peor de todo porque en nuestra raíz está nuestra esencia, esa que es la que determina qué nos mueve. Nos adentramos entonces en el éxito preconcebido y no en lo estrictamente personal e intransferible.
Porque somos únicos, tan únicos como nuestras huellas dactilares.
Esa huella solo abre una puerta, la que tú, desde tú yo, seas capaz legítimamente de construir.
Animarnos a marcar nuestras propias pautas de éxito y felicidad, es el verdadero éxito.
Si te sientes infeliz, deprimido, sin fuerzas, esta es la respuesta.
Quizás te estás marcando un modelo a seguir que no te corresponde.
«El secreto de la felicidad es buscar dentro todo lo que estás buscando allá afuera».

Yaneli Morales