Y adorarán caudillos
y quedarán con las manos,
tristemente en los bolsillos.
Inmóviles, sin preguntas,
con plagas y un millón de ideas,
divagando entre las mentes.
Y adorarán al Gran Rey,
que no es el Dios verdadero,
y quedarán sin conciencia,
clavados en un alfiler oxidado,
sin movimiento, sin fe, sin ganas,
con temor, con apatía, y a las malas.
El problema no es que mientan
es que te arrancan las alas,
te colman de cenizas, de migajas
y tú te crees que es suficiente,
y tú te crees que pasa nada.
Mas un niño llora enfurecido
pero tu alma ya no llora ni te avala
entonces se detiene la pelea
te has dejado devorar por el caudillo,
ese que en vida te mata.
Yaneli Morales
08/07/2022
