Sentirse presionado, hasta se puede aceptar, sentirse maltratado, nunca.
Te preguntarás cuál es la diferencia y por qué uno sí y el otro no.
Si estás en un ambiente laboral dinámico, donde el trabajo es en equipo y a su vez, el trabajo de otro depende de tu trabajo, es hasta cierto punto normal, que te presionen. Y no te debes sentir mal por ello. A veces bajo presión el cuerpo responde, se estimula y se obtienen muy buenos resultados. El problema está cuando esa presión se convierte en maltrato. Cuando tus compañeros de trabajo se burlan porque no rindes lo suficiente o tu jefe te agrede verbalmente. Eso, no lo puedes permitir.
La solución está en adecuarse al grupo o salir definitivamente de ese tipo de ambiente.
Como consecuencias, puedes en caer en una pérdida de autoestima y empezar a infravalorarte. No todos nacemos para soportar iguales presiones y nadie ha nacido para ser maltratado.
Esto es un tema recurrente pero del cual he leído muy poco y me pareció interesante traerlo a la mesa. Ojalá y les sea de ayuda.
Al final, como toda en la vida, depende de ti.
Yaneli Morales.