La comida con sal sabe deliciosa, la comida sin sal es poco apetitosa. La vida con amor sabe deliciosa, la vida sin amor es horrorosa.
Entonces, una vez más intento explicar que el amor, es la sal de la vida. Y no duele, no hiere, no lastima.
Duele la falta de amor, pero sobre todo la falta de amor propio. Porque si usted es una comida sin sal, pocos van a querer probarla. Primero amese y luego emprenda la búsqueda maravillosa, con destino a encontrar, quien quiera compartir con usted, y edificar, el verdadero amor.
Yaneli Morales