Entre lo impreciso
y lo que anhela
entre la ventana
sellada por amor,
está la luz, el rocío,
la luna y las mareas.
Está quien se fue
pero no partió,
lo desarmaste.
Prometiste sangre,
dolor, heridas,
quebranto y llanto,
quedar sin saliva.
Gritar para las paredes,
es ahogar el canto.
Sigue sin estar,
tú con tu victoria,
más adolorida.
No sangran tus venas,
pero te seca el llanto.
Yaneli Morales ©
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