A veces me siento como la novia que espera con ansias un matrimonio condenado al fracaso, como un día gris, como lo que se desea pero no sucede; quizás por falta de desearlo con todas las fuerzas, con la sensación de que todo está perdido. Entonces, me obliga la realidad a sentirme como si todo lo hubiera conseguido. Por qué darle de comer a los demonios y alimentar a los miedos cuando puedes divisar más allá de tu sombra?. Porque somos imperfectos, afortunadamente.
Yaneli Morales