Ni me odies ni me olvides y no es impositivo, tiene su explicación.
Cuando arrancas un árbol de raíz, queda el espacio donde estuvo sembrado y lo más probable es que quede una raíz aún cuando no puedas verla.
Luego echas tierra, mucha tierra en el agujero por temor a caer y hacerte daño.
Ya has arrancado el árbol y has echado tierra pero queda el espacio físico y entonces decides abandonar el sitio para no tener recuerdos.
También quedan los pensamientos, los recuerdos, los besos, las caricias, los viajes, las fotos familiares con el árbol floreciente y en su máximo esplendor.
Por ello no te centres ni en odiarme ni en olvidarme.
Lo primero porque te hará daño, lo segundo porque es imposible.
Soy parte de parte de tu vida, soy el árbol que en un momento determinado de tu vida te ayudó a respirar y te brindó muchos frutos. Quédate con eso.
No soy ni una más ni una menos. Soy la que en un momento determinado, te hizo muy feliz.
Y ya sé que no pensamos iguales; ni aspiro a ello, pero recuerda que aunque me hayas arrancado de raíz, sigo siendo la misma persona que un día te dio cobija, te proporcionó sombra.
Yaneli Morales
YANELIMORALES.COM