Difícil es ver pasar la vida ante tus narices y no tomar acción.
Difícil es no tener la libertad de elegir quien quieres que te acompañe en tu recorrido.
Estar rodeada de personas y sentirte sola, no querer llegar a casa porque estás desbordada de desamor, eso sí es difícil.
Ese desamor no deja que aflore la pasión, entonces te tildan de fría y te hacen culpable de todo.
Tú no entiendes el por qué de nada, si cada día lo das todo, al menos eso concluyes.
Es que es imposible mantenerse en pie sin amor, sin ganas, y no es que las hayas perdido, es que te las escondieron.
Pero te acostumbraste a escuchar cuán difícil es todo, lo peor, es que les creiste.
Lamentablemente nadie te lo va a poner fácil, la tendencia es ahogar, lastimar, agredir.
Lastimosamente nadie va a valorar ni tus lágrimas, ni te esfuerzo, ni lo que callas.
Afortunadamente, tienes el poder en tus manos, aunque lo conferiste un día, el poder de acción, de decisión, de ser fuerte, está en ti.
Los cambios no son difíciles, son incómodos porque sacuden todo lo que está dormido, todo lo que ha estado estático por mucho tiempo.
Pero siempre lo difícil será morir en vida, no vivir tu vida, regalar tu tiempo a quien no merece ser parte de tu vida.
Date la oportunidad de vivir, de sentirte plena.
No debes nada, no estás en la tierra de penitencia, no es cierto, no lo es.
Estás aquí para mandar al carajo a cuanto imbécil se te atraviese, y ser feliz.
Solo la verdad nos hace libre, y solo tenemos una única oportunidad, disfrútala.
Porque cuando el resto tenga la oportunidad de disfrutarla, no recordará cuánto has hecho por ellos.
Solo recordarán a la persona mustia, carente de amor, y sin ganas de vivir.
Yaneli Morales©
Julio 3/2019