
Ni locos ni manicomios
ni edificios con porteros
ni el cura que le perdona
para poder ir al cielo.
Ni el que vive enamorando
sin saber lo que es amor
ni el que dice sí al rencor
no enfrentando a sus miedos.
Niego el negro y el blanco
excepto en el ajedrez
niego que se siente usted
a ver la vida en un banco.
También niego la codicia
esa que no deja ver
la verdad que con malicia
hace que logre ceder.
Ni señores con sombreros
ni damas vestidas de piel
ni la juventud dormida
despierta al amanecer.
Ni el que abandona el barco
olvidando por salvarse
ni al que espera que lo salven
por temor a no lanzarse.
Niego a la rosa y la espina
si la misma cosa es
niego que tan sólo vea usted
el grosor de las heridas.
También niego las tristezas
por lo que fue y ya no es
me despido hoy de usted
me niego a morir en vida.
Yaneli Morales.
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