A mi abuela nunca le importó ser despreciada por haberse casado con un blanco, no le importó que luego sus mismos hijos la despreciaran por luchar por su felicidad.
No le importó ni el capitalismo ni el comunismo y siempre fue una mujer próspera.
Con toda la fe puesta en el Corazón de Jesús, en su Santa Bárbara y su San Lázaro.
Mi abuela tiene 97 años y hace dos días, precisamente por su cumpleaños, escuché sus ganas aún de vivir.
Porque los grandes siempre han tenido el control sobre los pequeños, pero los pequeños que han sabido crecerse ante no matter what, no creen en grandes.
Creen en Dios que tiene el control.
Porque las bendiciones no son terrenales y eso lo aprendí de mi abuela.
Pero hay que trabajar, enfocarse y dejar el miedo en la gaveta, en la misma gaveta dónde se guardan las balas.
¿Alguna vez se han dado cuenta de cómo en las Escrituras los hombres siempre suben a las montañas para encontrarse con el Señor?
Sin embargo, en las Escrituras casi nunca se habla de mujeres que van a las montañas. Pero sabemos por qué, ¿verdad?
Porque las mujeres estaban muy ocupadas en mantener la vida en marcha; no podían abandonar a los bebés, comidas, hogares, fuegos, jardines, y mil responsabilidades para subir a las montañas!
Estaba hablando con una amiga el otro día, diciendo que como mujer moderna me siento como si nunca estuviera lo suficientemente «libre» de mis responsabilidades, nunca encuentro un espacio lo suficientemente tranquilo para encontrarme con Dios.
Su respuesta me sorprendió, “Por eso Dios viene a las mujeres. Los hombres tienen que escalar la montaña para encontrarse con Dios, pero Dios viene a las mujeres dondequiera que ellas estén. ”
He estado reflexionando en sus palabras durante semanas y he buscado mi Biblia para ver si lo que ella dijo es verdad. Dios viene a las mujeres donde ellas están, cuando están haciendo su ordinario Trabajo diario.
Él se encuentra con ellas en el pozo, donde sacan agua para sus familias, en sus hogares, en sus cocinas, en sus jardines.
Él viene a ellas mientras se sientan junto a lechos de enfermos, mientras dan a luz, cuidado de los ancianos, y realizan los ritos de duelo y entierro necesarios.
Incluso en la tumba vacía, María fue la primera en presenciar la resurrección de Cristo, ella estaba allí porque estaba haciendo la tarea femenina de preparar adecuadamente el cuerpo de Cristo para el entierro.
En estas aparentemente mundanas y tareas ordinarias, estas mujeres de las Escrituras se encontraron cara a cara con la divinidad.
Así que, como yo, alguna vez empiezas a lamentarte del hecho de que no tienes tanto tiempo para pasar en las montañas con Dios como te gustaría. Recuerda, Dios viene a las mujeres. Él sabe dónde estamos y las cargas que llevamos. Él nos ve, y si abrimos los ojos y el corazón lo veremos, incluso en los lugares más ordinarios y en las cosas más ordinarias.
Él vive. Y está usando un tiempo como este para hablar con mujeres de todo el mundo.
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UNA HISTORIA REAL QUE TE HARÁ DESPERTAR Y HARÁ QUE DESAPAREZCAN TUS MIEDOS.
El camino no es tan largo si lo recorres con las personas correctas. La vida no es tan tediosa si aprendes a auto motivarte. El amor no duele cuando has aprendido a amarte a ti mismo. La cima no es tan alta cuando has encontrado tu por qué. “Sé que puedo cambiar el mundo cambiando mi mundo. Tú también puedes”. -Yaneli MoralesDe Cenicienta A Influencer es el primer libro de Yaneli Morales que abrirá las puertas a otros dos que esperan ver la luz muy pronto. Es un libro que ha estado por más de dos años dando tumbos porque para la autora fue muy difícil enfrentarse a ella misma. Este libro es la confirmación de que una vez que se ha conquistado el miedo, se está libre de él por el resto de la vida. Es entonces cuando se comienza a vivir.
Me gusta el hombre que sea hombre más allá de su preferencia sexual, admiro a la mujer;contrario a lo que se dice y se cree, movemos los hilos de este mundo. Me gusta el blanco y el negro;el negro y el blanco, mezclado. Aborrezco las religiones pero amo a Dios. Me gusta el que no piensa cómo debe ser,simplemente es y se arriesga a que lo juzguen por no llevar caretas ni tendencias. Me gusta la Vida con sus resbalones y sus colores; nos enseñaron que no es fácil, y no lo es pero no porque sea difícil deja de tener valor,exactamente el valor está en beberla y no derramarla. Me gusta el aire que respiro porque no conoce de sexo, ni de raza ,ni de dolor. Me gusta este segundo, puede que no alcances a leerme pero en este segundo ya escribí. Me gusta el río más que el mar y el alma limpia más que el corazón en llamas.
A quien hoy sufre por un pasado que se levante por un presente. Queda mucho por vivir.