Antes cuando me sentía herida; que no significa que quisieran herirme, armaba un drama.
Ahora ya ni siquiera me siento herida.
He aprendido a respetar las heridas de los demás y dónde no respetan las mías, no es lugar para permanecer.
Así fluye mi paz. Entre quien llega y no se queda pero que como bien decía mi abuelo:si se va no hace falta.
Igual la vida es caudal.
Yo me sumerjo en las aguas de ese río que solo tiene una dirección y que desemboca en el gran mar de la vida.
Feliz inicio de semana.
Por cierto, la última semana de Enero.
Yaneli Morales